Cómo lavar abrigos

Cómo lavar abrigos

Al cambiar de estación, por ejemplo de invierno a primavera, guardamos los abrigos más gruesos para sacar los de entretiempo. El problema es que cuando los sacamos del fondo del armario suelen estar arrugados, un poco apelmazados e incluso oler un poco raro, así que es necesario darles un lavado.

Es cierto que mucha gente prefiere llevarlos a la tintorería al tener tejidos delicados y ser un poco más complejos de lavar por miedo a estropearlos, pero con nuestros consejos quedará como nuevos.

Lo primero que tenemos que hacer cuando queramos lavar un abrigo antes de aplicar cualquier producto es leer la etiqueta para verificar las instrucciones de lavado puesto que dependiendo del material lavaremos de una forma o de otra. Después lo sacudiremos, porque es inevitable que cojan un poco de polvo al estar guardados en armarios. Una vez eliminado el polvo pondremos en un recipiente agua tibia con un poco de detergente suave, como el detergente Lagarto Aloe. Humedecemos un paño en la mezcla y vamos limpiando suavemente la superficie del abrigo. Con otro paño humedecido con agua limpiaremos los restos de jabón que puedan quedar. Después colgaremos el abrigo para que se seque. 

En el caso de que prefiramos lavarlo a máquina, después de mirar bien las etiquetas de lavado del abrigo pondremos en la lavadora el ciclo de lavado más suave con una temperatura inferior a los 30 grados. Si se trata de un plumas mete en la lavadora una pelota de tenis para que las plumas no se apelmacen. Puedes secar el abrigo en la secadora, pero mejor añádele un par de toallas secas para que éstas absorban la humedad del abrigo.

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